Los Rincones desde la perspectiva inclusiva
A. Caracterización:
Los rincones son unos espacios delimitados de la clase donde los niños, individualmente o en pequeños grupos, realizan simultáneamente diferentes actividades de aprendizaje, que pueden ser tanto de trabajo como de juego. Según el tipo de actividad algunos rincones necesitan ser dirigidos por el maestro, sin embargo, otros funcionan con bastante más autonomía (AA.VV., 2001).
Se trata de una medida de atención a la diversidad en el aula que responde a la necesidad de establecer estrategias organizativas para dar respuesta a las diferencias, intereses y ritmos de aprendizaje de cada niño y niña. Además, permite al docente dedicar una atención más individualizada a cada niño/a, planificando actividades de aprendizaje adaptadas a sus conocimientos previos.
Los docentes se encargan de planificar las actividades de manera que cada niño vaya pasando a lo largo de un período de tiempo (semana, quincena,...) por todos los diferentes rincones. Es positivo que haya más de un maestro en el aula de modo que cada uno se encargue de atender unos rincones concretos. El número de rincones se puede establecer en función de los objetivos educativos, del número de niños y niñas, del espacio, del material disponible o de la necesidad de intervención de la maestra en cada rincón.
Mediante esta organización en grupos reducidos, los niños y niñas aprenden a trabajar en equipo, a colaborar y a compartir conocimientos. Los rincones también potencian su iniciativa y el sentido de la responsabilidad. Más específicamente, los rincones tienen como objetivos (AA.VV., 2001):
- Propiciar el desarrollo global del niño
- Facilitar la actividad mental, la planificación personal y la toma de iniciativas
- Posibilitar aprendizajes significativos
- Favorecer la autonomía personal
- Facilitar la adquisición de hábitos y normas de comportamiento en el grupo y de control de sus emociones, sentimientos, etc.
La actitud del docente desde la metodología basada en rincones debe ser la de (Monereo, Castelló, Bassols y Miquel, 1998):
- Mantener una actitud de escucha y empatia para situarse en el punto de vista del niño.
- Utilizar un lenguaje positivo que desculpabilize al alumno de sus dificultades y el error sea visto como una oportunidad para aprender.
- Facilitar la autonomía de los niños mediante una organización que sea flexible a los cambios.
- Mostrarse disponible y confiado ante las potencialidades de cada uno de los estudiantes.
Los maestros serán los encargados de evaluar el desarrollo de cada alumno mediante una observación directa y sistemática. En la evaluación tendremos más en cuenta el proceso que sigue cada alumno que el resultado final.
B. Ejemplo de buena práctica: La escuela Patufet-Sant Jordi
Tal y como recogen Monereo, Castells, Bassols y Miquel (1998), la escuela Patufet-Sant Jordi inició el trabajo por rincones el 1979, hace ya por lo tanto 35 años al observar la poca implicación y motivación de los alumnos en el propio proceso de aprendizaje así como la poca evolución en el desarrollo de la propia autonomía. Con el fin de solventar la desconexión entre los intereses de los pequeños y las tareas propuestas en la escuela que les producía apatía y aburrimiento, se implantó el uso de los rincones.
Mediante los rincones la escuela pretendía organizar las clases de Educación Infantil, los espacios, los materiales considerando el desarrollo de todas las capacidades de relación, afectivas, cognitivas, expresivas, etc. de los alumnos de manera flexible ya que cada alumno se encuentra en momentos diversos y cada uno de ellos ha de encontrar respuesta a sus necesidades, intereses, ritmos y especificidad con el fin de que cada alumno encuentre sentido y significado a las actividades que se les propone en clase.
En la actualidad los rincones conforman tres cuartas parte del horario escolar, el resto está conformado por actividades más secuenciadas y planificadas.
Utilizaron el juego como un instrumento de aprendizaje cercano al alumno y útil a la vez para este fin. Los rincones se extienden por todo el centro, pudiendo encontrar los mismos incluso en el pasillo. En este entorno los profesores no se dedican tan solo a mantener la disciplina en el aula sino intervenir en momento puntuales ayudando a los alumnos a encontrar la solución a las dificultades con las que se encuentren. Los alumnos son los que deciden a que rincón quieren ir, la maestra pero regula que los niños cada día escojan uno distinto con el fin de que todos puedan estar en los rincones que más les agradan. Los alumnos se distribuyen por el aula libremente aunque de manera ordenada sin generar grandes ruidos.
Características y finalidades de cada uno de los rincones:
Entres los rincones que se están utilizando en clase podemos diferenciar: los de juego simbólico (la tienda, la casa, y el hospital); juegos de mesa, la biblioteca, los de dibujo, el sobre sorpresa, las ceras y el laboratorio. Estos rincones están organizados en el aula en cuatro grandes espacios (espacio de la biblioteca, espacio simbólico, espacio de las mesas y de las construcciones) respondiendo a criterios de organización de materiales, tipo de actividades y la situación corporal que requiere de los niños.
1. Espacio de la biblioteca:
Se realiza en la zona de sofás con el fin de lograr un entorno tranquilo. Hay libros que los alumnos han traído de casa y los dejan a disposición de todos.
Finalidad: Fomentar el gusto por la lectura como condición indispensable para el aprendizaje de la lecto-escritura.
2. Espacio del juego simbólico:
Varias propuestas con temáticas diferentes como la cocina, el hospital, la peluquería, la tiendecita, etc. con los materiales necesarios para poderlo representar.
Finalidad: Favorecer la evolución de la capacidad representativa
3. Espacio de las mesas:
Incluye varias propuestas:
- Rincón de los juegos de mesa con puzzles, juegos de percepción, orientación, dominó, etc. Con la finalidad de mejorar el aprendizaje sensorial y el aprendizaje de las reglas del juego.
- Rincón del grafismo: Expresión mediante el dibujo. El objetivo es conseguir el dominio del trazo, la organización ene l espacio, etc. Se utiliza el “sobre sorpresa” que incluye propuestas concretas para cada niño.
- Rincón de experiencias: como si de un pequeño laboratorio se tratara incluye la posibilidad de observar, manipular, experimentar y elaborar hipótesis a partir de los seres vivos y materiales naturales o de fotografías.
- Rincón de las pinturas para fomentar la creatividad mediante el uso de instrumentos y técnicas que permiten la experimentación con el color, las mezclas y las formas.
4. Espacio de construcciones:
Mediante materiales como el Lego, las maderas, el Mecano y otras actividades los niños experimentan con las medidas, las alturas, el equilibrio, el volumen, etc. y desarrollan procesos lógico-matemáticos y de conocimiento físico.
Para cada uno de los rincones se planifican los contenidos a trabajar, así como algún tipo de pauta de observación para recoger la información y hacer un seguimiento del alumno.
C. Discusión en grupo:
Mediante el trabajo por rincones se logra un conocimiento exhaustivo de la evolución de cada niño y de sus intereses. En ellos la función del maestro es la de coordinador de los escenarios de aprendizaje donde se desarrollan los niños. La función del maestro en vez de controlar, en el sentido de delimitar las posibilidades de acción de ese espacio, se dirige a contener. Con el fin de poner límites cuando la situación es demasiado abierta y los niños se disparan intentando seguir nuevas propuestas y cuando el clima es menos agradable para algunos.
Los objetivos primordiales de los rincones es aprender a estar juntos, a relacionarse, cooperar, dialogar, etc. Se trata de un aprendizaje más social que no tanto conceptual, sin que eso suponga dejar de lado los contenidos curriculares.
A pesar de la aparente dispersión de materiales, espacios y actividades que pueda parecer la adopción de esta medida, existe una clara intencionalidad educativa en cada uno de los materiales seleccionados, de los espacios escogidos y de las actividades propuestas. Existe un conocimiento exhaustivo de la evolución de cada menor y unos límites definidos de lo que es el respeto a sus intereses y de lo que supone una necesaria exigencia educativa.
Para llegar a una adopción y posicionamiento de esta medida con las características del ejemplo que hemos mostrando más arriba es necesario un gran trabajo de reflexión sobre la propia práctica y una formación compartida. Es esencial que todo el claustro de la escuela tenga objetivos claros y comunes; sin embargo des de el aula, cada profesional desarrolla su propio recorrido proporcionando varios matices y favoreciendo un mayor enriquecimiento. También es primordial el mantener una relación estrecha con las familias y que estas sean conocedoras y compartan los objetivos que se buscan con esta metodología.